Estoy sacándome el carnet de conducir, intentándolo al menos, y después de leer de mala gana dos veces el manual entre parada y parada de metro, me he introducido ya en el maravilloso mundo de los tests.
A mí las preguntas que más gracia me hacen son esas en las que notas que van a pillarte. Aquellas en las que ellos (los malos) quieren que contestes la C, pero que la respuesta correcta es la B. Por ejemplo:
-¿Puedes parar en el arcén transitable, a comerte un bocadillo?.
a)Sí
b)No
c)Solo si vas a tardar poquito rato, son las cinco de la tarde y todavía no has comido, y el bocadillo es de tortilla de patatas recién hecha por tu madre y en pan de chapata.
Y tú piensas Hombre, si el arcén lo han hecho para que sea transitable desde luego que lo habrán hecho pensando en emergencias, y desde luego ESTA sería una de ellas Y picas.
Otro tipo de preguntas que me encantan son aquellas que no sabes EXACTAMENTE qué te están preguntando:
-Como norma general, ¿se puede efectuar la marcha atrás?
a)Sí
b)No
Aquí es donde no sabes quién lleva la razón, tu profe de autoescuela o Lorena Verdún, y como yo le presto más atención a las palabras de Lorena Verdún que a las de mi profe de autoescuela
Pero las que más desconciertan son aquéllas en las que te dan dos opciones, y tú estás segura de que ninguna es del todo correcta, crees que si no han puesto la C es porque se la ha comido el redactor de turno. Un ejemplo:
-¿Como circularán los conductores de bicicletas?
a)En línea recta
b)En zig-zag
Y tú que te crees más lista que nadie piensas: ¡Les he pillado! ¡Se han comido la C! ¡¡¡Depende de lo que hayan bebido!!!
Y así estoy, que no apruebo un examen ni mirando las soluciones en la última página
El otro día tras terminar de cenar con Germán, Ire y mi novio en una tasquilla del centro, fui al baño a lavarme los dientes con mi súper kit del que ya os hablé en posts anteriores.
"¡SE ESTÁ LAVANDO LOS DIENTES! ¡SÉ DE UNA QUE PIENSA PILLAR CACHO ESTA NOCHE!"
¡Pero qué crueles somos las mujeres! (Y un poco cochinas si nos sorprenden estas cosas, verdad Mártin?)
A mí me dio la risa, y corrí a enjuagarme la boca para poder sorprenderlas aun con el comentario malicioso entre los dientes. Abrí la puerta entre risas y con el cepillo en la mano, amenazadoramente y con cierto aire de superioridad (¡La Federación Española de Dentistas me respaldaba!) les contesté... "YA TENGO NOVIO, NO NECESITO PILLAR CACHO... LO HAGO POR HIGIENE".